Con la participación de empresas del borde costero, sindicatos de pescadores, juntas de vecinos y la Universidad de Concepción, se cerró la edición 2025 del proyecto de manejo de residuos asociados a la pesca artesanal en Caleta Lo Rojas de Coronel. En cinco meses de ejecución, la iniciativa permitió recolectar 4,7 toneladas de desechos, evitando que llegaran al mar.
Según el informe final, el 67% de lo recolectado correspondió a residuos domiciliarios, con predominio de plásticos, papeles y restos orgánicos—, mientras que el 33% restante fueron residuos peligrosos, como aceites lubricantes, filtros y envases contaminados. También se destacó la valorización de 840 litros de aceites usados, la recuperación de 352 kilos de cordeles plásticos y la segregación de 77,8 kilos de botellas PET.
La participación de los pescadores fue sostenida, con un máximo de 101 embarcaciones registradas y un promedio diario cercano a 9 naves. El proyecto, además, impulsó mejoras en la infraestructura de acopio, instalación de señalética y la implementación de un sistema de registro simplificado para asegurar continuidad en la gestión ambiental de la caleta.
El Centro EULA de la Universidad de Concepción estuvo a cargo del componente técnico y cuantitativo, midiendo los avances y proyectando mejoras para fortalecer la gestión de residuos en el sector. Patricia González, académica de la Facultad de Ciencias Ambientales e investigadora del centro, subrayó que “este es un estudio en el que llevamos cuatro años acá, retirando residuos de las embarcaciones para que no lleguen al mar”. La investigadora agregó que los resultados han sido alentadores, aunque insistió en que se trata de un esfuerzo que debe sostenerse en el tiempo.
Por su parte, Mario Sanhueza, ingeniero ambiental de la UdeC y ejecutor del proyecto, explicó que el trabajo permitió manejar 4,7 toneladas de residuos, de las cuales 3,2 correspondieron a desechos domiciliarios y 1,5 a residuos peligrosos. A juicio del profesional, el valor de la iniciativa radica en que responde a una necesidad concreta: “Hacerse cargo de una gestión que antes no estaba siendo considerada”, comentó.
Visión de las empresas
Las empresas participantes también destacaron el carácter colaborativo de la experiencia. Gonzalo González, especialista en Asuntos Públicos de Colbún, señaló que se trata de “un proyecto robusto, con carácter comunitario y social, pero también muy relevante en materia medioambiental”. Según dijo, la participación de las empresas del borde costero es clave para que el programa se mantenga en el tiempo.
En la misma línea, Isidora Muñoz, encargada de Sustentabilidad de Pescadores Industriales del Biobío, comentó que iniciativas como ésta permiten unir esfuerzos y generar impactos concretos: “Para nosotros es muy relevante poder contribuir al cuidado del medio ambiente. Estas iniciativas fomentan la educación ambiental, el cuidado de nuestras playas y la adecuada gestión de residuos”.
Julieta Romero, jefa de Comunicaciones y Sostenibilidad de Puerto Coronel, valoró la asociatividad alcanzada. A su juicio, el hecho de que varias empresas se sumen en conjunto refuerza el alcance de la iniciativa. “Puerto Coronel ha sido parte desde el inicio porque compartimos el territorio con Caleta Lo Rojas. Es fundamental continuar con este trabajo colaborativo, tanto desde lo social como desde lo medioambiental”, sostuvo.
El informe final advierte que, pese a los avances, aún existen tareas pendientes: la vulnerabilidad del sistema frente a eventos climáticos, la falta de disposición diferenciada para algunos residuos y el bajo involucramiento institucional regular. Como recomendación, se plantea avanzar hacia la obligatoriedad de la entrega de residuos por parte de las embarcaciones, lo que permitiría dar mayor trazabilidad y estabilidad a la iniciativa.