En alianza con la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT), de la Universidad de Concepción (UdeC), la empresa Colbún está participando de un proyecto piloto para transformar las mascarillas usadas en materia prima para la fabricación de productos como maceteros o bandejas.

La generadora es la única empresa eléctrica del país participando de la iniciativa. En tan sólo dos meses, se logró evitar que 39 kilos de mascarillas en desuso se convirtieran en desechos.

Se estima que en Chile cada día una persona utiliza dos mascarillas, lo que se traduce en 34 millones de mascarillas o bien 170 toneladas de residuos, las que pueden tardan alrededor de 400 años en degradarse.

Buscando reducir esta cifra, y darle una nueva vida útil a este residuo, la empresa Colbún se sumó al proyecto “Reciclaje y Valorización de Mascarillas Desechables” que lidera la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción (UdeC). Este innovador programa permite que, tras un tratamiento de sanitización a altas temperaturas, las mascarillas sean molidas y luego transformadas en pellets, permitiendo ser reutilizadas como materia prima para elaborar productos como bandejas, porta cubiertos, envases con tapas o maceteros, entre otros. Este programa destaca por su sello sostenible y por ser pionero en cuanto al reciclaje de mascarillas en Chile.

A la fecha, Colbún ha implementado este plan piloto en dos de sus centrales: Santa María (Coronel) y Los Pinos (Cabrero) ambas en la Región del Biobío. Durante dos meses los colaboradores han recolectado sus mascarillas, así como las de sus familiares, evitando que alrededor de 7.800 unidades se conviertan en desechos. En esta primera etapa los esfuerzos de Colbún se han enfocado en la concientización del problema, lo cual ya arroja un positivo balance gracias al compromiso de los trabajadores, que han permitido recolectar no sólo sus mascarillas sino también las de su grupo familiar.

Este proyecto nació desde UDT con el fin de valorizar las mascarillas quirúrgicas utilizadas para la prevención del COVID-19, transformándolas en materias primas por medio de procesos químicos, mecánicos y termoquímicos a realizar en plantas piloto de UDT.

Al respecto, Carla Pérez, subdirectora de Consultoría e Innovación de la UDT, y jefe del Proyecto Reciclaje de Mascarillas, declara que: “En junio de 2020 iniciamos el abordaje del problema derivado del uso masivo de mascarillas producto de la pandemia, con el objeto de posibilitar su reciclaje y permitir su valorización. A través de diversas etapas de tratamiento obtenemos un pellet que puede ser utilizado en procesos de transformación de plásticos. Además logramos reducir el uso de materiales plásticos vírgenes y contribuimos a la economía circular, pues lo que inicialmente era un residuo, a través del reciclaje se transforma en un producto útil para las empresas –ya sea para sus propias actividades o su personal- para la sociedad y, en términos generales, un beneficio para el medio ambiente, pues al posibilitar la reutilización de las mascarillas se evita que éstas queden en el entorno, impidiendo así la contaminación de cuerpos de agua y de espacios en los que las personas desarrollan sus actividades cotidianas”.

“La economía circular es un camino fundamental para enfrentar los actuales desafíos ambientales. Gracias a este proyecto con la Universidad de Concepción, desde Colbún hemos podido contribuir a transformar en materia prima un residuo masivo que terminaría en la basura o incluso contaminando los ecosistemas. Agradecemos el compromiso de nuestros trabajadores y sus familias recolectando estás casi 8.000 mascarillas”, comentó Daniel Gordon, gerente de Medio Ambiente de Colbún. A su vez Gordon destacó que esta iniciativa complementa otras que la compañía ha venido realizando, tales como la optimización de aguas, la valorización y uso de cenizas en cementeras, y la reutilización de ropa corporativa.

En cuanto a los próximos pasos de este proyecto, Colbún contempla extender su alcance en el corto plazo a las otras centrales de la compañía en la Región del Biobío: Rucúe, Quilleco y Angostura.